Por José Granados Fernández
Twitter: @JoseGranadosF

Tras bambalinas, tres grandes expectativas se centran en las elecciones locales de este domingo en el departamento del Atlántico: en primer lugar, en el hirviente mundillo político se preguntan qué pasará hoy con Cambio Radical, que en 2015 ganó el mayor número de alcaldes, concejales y diputados.

Hace 4 años, el partido abanderado por el grupo Char, obtuvo 533.668 votos, es decir el 54,96%, en las elecciones en las que la abstención bajó a un 39,3%.

Además de la máxima votación de Alejandro Char de 355.844 votos para ganar la alcaldía de Barranquilla, Cambio Radical logró el triunfo en las de Galapa, Luruaco, Malambo, Polonuevo, Ponedera, Puerto Colombia, Repelón, Sabanagrande y Soledad.

En esa oportunidad fue tal el poder político de Cambio Radical que logró 73 de las 293 curules que se disputaron en los 23 concejos del Atlántico; en la Asamblea Departamental ganó el mayor número de escaños, con 5.

El único escenario en el que Cambio Radical perdió en 2015 fue en el Concejo de Barranquilla, donde obtuvo 5 curules, superado por el Partido Conservador que logró 7 de los 21 que aquí se disputan.

Hoy, Cambio Radical es retado en varios municipios por la unión de los senadores José David Name, Laureano Acuña y la representante Martha Villalba, grupo al que se suma en Soledad el naciente movimiento de la casa Herrera, que les disputa, en una cerrada batalla electoral, las alcaldías de Soledad, Puerto Colombia y Malambo, que forman parte de la políticamente influyente Área Metropolitana, y la de Sabanalarga, en la que se aliaron con el Partido Liberal.

La otra expectativa tiene que ver con la suerte que correrán los antiguos concejales y diputados de la prófuga excongresista Aida Merlano, actora principal del escándalo de la ‘Casa Blanca’.

De los dirigentes imputados por los delitos electorales hallados en la investigación de la Fiscalía han postulado sus nombres al Concejo de Barranquilla Juan Carlos Zamora y Aissar Castro Bravo, ambos por el Partido Conservador; mientras que en la Asamblea, por esta misma colectividad, se lanzó el diputado Jorge Rangel Bello, también investigado por los mismos hechos de connotación nacional.

El tercer interrogante de las elecciones locales tiene que ver con los resultados del petrismo, fuerza política que en 2018, luego de los resultados en la segunda vuelta presidencial, lanzó los voladores al aire y vaticinó que pondría gobernador.

Hace un año, por Gustavo Petro en el Atlántico votaron 440.103 personas. Hoy, ante la candidata Elsa Noguera, su hijo Nicolás Petro, avalado por el partido Colombia Humana – UP, luego de ser rechazado como candidato en la lista de los grupos alternativos a la Asamblea, tendrá el reto de ganar la Gobernación. Si queda en segundo lugar deberá contentarse con una curul en la Asamblea, si es que acepta ocuparla.

En 2006 se vivió un ambiente electoral similar. Ese año la izquierda obtuvo en Barranquilla con Carlos Gaviria una muy buena votación en las elecciones a la Presidencia que ganó Álvaro Uribe en primera vuelta y hubo los mismos vaticinios victoriosos para las elecciones locales de 2007. Sin embargo, Alejandro Char derrotó con 221.625 contra 43.937 votos a Máximo Noriega, hoy, coincidencialmente, principal aupador de Nicolas Petro.